1. Aplícate Aceites. Mis favoritos son el de coco y almendras, ellos no necesitan presentación, tiene infinitos usos, bondades y beneficios. Ricos en nutrientes, humectantes, antioxidantes reparadores de la piel y del cabello.
Como limpiadores de la piel son excelentes, retiran a la perfección hasta el maquillaje contra agua, aplicalo en el cuerpo para combatir las pieles más secas, puedes aplicarlo puro o mezclado con tus cremas y en el cabello como mascarilla antes de lavarlo.
2. Usa Jabón neutro. Yo recomiendo uno de glicerina ya que el jabón de glicerina es de los más suaves para limpiar tu rostro. Gracias a su PH neutro puede ser usado por las personas que como yo tienen la piel sensible. Los jabones neutros no contienen sulfatos o ingredientes abrasivos que maltraten la piel, son muy hidratantes y ayudan a prevenir arrugas, acné , espinillas y estrías en la piel.
3. Toma Vitaminas y suplementos que ayuden a regenerar y mantener la piel lozana. En este caso recomiendo: Vitamina E, C, A y el Colágeno. Éstas vitaminas son esenciales para la belleza de la piel y sistema inmunológico, el colágeno aparte de embellecer la piel, ayuda a que el cabello y uñas crezcan sanos y fuertes, la vitamina E y C ayudan a la formación del colágeno natural de nuestro cuerpo, necesario para nuestra piel y músculos. Éstas vitaminas tanto consumidas como aplicadas externamente en mascarillas y cremas son beneficiosas.
4. Usar Hidratantes Faciales. La crema hidratante en el rostro y cuerpo es primordial, ya sean de marcas o naturales, pero éste es un paso que no debes obviar en tú rutina de belleza diaria, la hidratación es importante para que nuestra piel luzca sana, resplandeciente y tenga la elasticidad necesaria para que no se arrugue.
5. Usar Protector Solar. Éste es otro paso importantísimo que nunca debes olvidar de tu rutina diaria de belleza. El sol en éstos tiempos nos pega fuerte, ya que la capa de ozono está dañada y deja pasar los rayos UV casi directamente y éstos causan daños graves, la piel se reseca, se quema, se arruga, se pone opaca y se va envejeciendo. Por eso utiliza uno que sea de un Factor de Protección Solar (FPS o SPF) de 50 o más. Aún si tu base de maquillaje o crema hidratante contenga protección solar, aplícate el tuyo encima para que tú piel esté doblemente protegida.
6. Tomar Té Verde. Si queremos mantener la salud y la belleza debemos consumir todo lo que ayude a que nuestras células no se oxiden, el té verde es fuente de antioxidantes naturales que combaten los radicales libres y aportan energía, retardando así el envejecimiento. Ayuda al sistema digestivo. Es diurético, elimina las toxinas y depura el sistema urinario. Mejora el flujo de la circulación sanguínea. Fortalece y cuida el cabello desde las puntas hasta la raíz. Con tantos beneficios, ¿Quien no lo tomaría?
7. Aplícate Exfoliantes. Nuestro cuerpo tiene la capacidad natural de restaurar las células muertas por células nuevas. Pero, con los años o cuando pasamos por un periodo de debilidad, o estrés ésta renovación se hace lenta, y por eso la piel pierde su oxigenación natural, digamos que se va asfixiando por no poder eliminar del todo las células muertas, debido a eso, la piel comienza a lucir apagada, marchita, poco jovial y sin vida, porque no puede absorber humedad, y los nutrientes de las cremas o productos que nos aplicamos. Es muy importante retirar las células muertas completamente de la piel para mantenerla sana, visiblemente fresca, fina y con un color uniforme. Para esto es necesario exfoliarla al menos una vez por semana, o dependiendo de la necesidad que tenga la piel. La exfoliación es un complemento a la limpieza de la piel, tanto del rostro como del cuerpo, el cual consiste en dar un suave masaje con algún producto o herramienta que ayude a retirar dichas células para que nuevas salgan a reemplazarlas.
8. Alimentarse bien. Se ha dicho muchas veces y es un cliché trillado: "Lo exterior es el reflejo de lo interior", pero esto es la pura verdad, la buena salud de nuestro cuerpo depende de la alimentación. Así que, comamos balanceado, verduras, ensaladas, muchas frutas, proteínas en la medida, carbohidratos en la medida. No caigamos en los excesos, podemos matar un antojo alguna vez pero que no sea siempre. Cuando uno comienza a cambiar los malos hábitos alimenticios vamos cambiando de adentro hacia afuera, nos veremos bien y lo más importante nos sentiremos bien.
9. Haz ejercicios. Con el paso de los años los músculos van perdiendo colágeno y elasticidad, traduciéndose en flacidez. Lo que antes se mantenía por sí solo en su lugar ahora comienza a ceder. Uno cree que no le va a suceder nunca y lo ve allá lejísimo y cuando menos lo esperas, comienzas a verte flácida y a perder condiciones físicas como cansarse al subir escaleras o tras una larga caminata. No hay que esperar que el daño sea irreversible hay que cuidarse y hacer ejercicio digamos que regularmente para mantener nuestra figura y salud como queremos. No necesitas ir al gimnasio si es que no quieres, todo ésta en las ganas y en la actitud, crea una rutina sencilla que puedas hacer en casa, haz caminatas al aire libre y ejercicios de respiración. Te sentirás renovada y con una energía diferente.
2. Usa Jabón neutro. Yo recomiendo uno de glicerina ya que el jabón de glicerina es de los más suaves para limpiar tu rostro. Gracias a su PH neutro puede ser usado por las personas que como yo tienen la piel sensible. Los jabones neutros no contienen sulfatos o ingredientes abrasivos que maltraten la piel, son muy hidratantes y ayudan a prevenir arrugas, acné , espinillas y estrías en la piel.
3. Toma Vitaminas y suplementos que ayuden a regenerar y mantener la piel lozana. En este caso recomiendo: Vitamina E, C, A y el Colágeno. Éstas vitaminas son esenciales para la belleza de la piel y sistema inmunológico, el colágeno aparte de embellecer la piel, ayuda a que el cabello y uñas crezcan sanos y fuertes, la vitamina E y C ayudan a la formación del colágeno natural de nuestro cuerpo, necesario para nuestra piel y músculos. Éstas vitaminas tanto consumidas como aplicadas externamente en mascarillas y cremas son beneficiosas.
4. Usar Hidratantes Faciales. La crema hidratante en el rostro y cuerpo es primordial, ya sean de marcas o naturales, pero éste es un paso que no debes obviar en tú rutina de belleza diaria, la hidratación es importante para que nuestra piel luzca sana, resplandeciente y tenga la elasticidad necesaria para que no se arrugue.
5. Usar Protector Solar. Éste es otro paso importantísimo que nunca debes olvidar de tu rutina diaria de belleza. El sol en éstos tiempos nos pega fuerte, ya que la capa de ozono está dañada y deja pasar los rayos UV casi directamente y éstos causan daños graves, la piel se reseca, se quema, se arruga, se pone opaca y se va envejeciendo. Por eso utiliza uno que sea de un Factor de Protección Solar (FPS o SPF) de 50 o más. Aún si tu base de maquillaje o crema hidratante contenga protección solar, aplícate el tuyo encima para que tú piel esté doblemente protegida.
6. Tomar Té Verde. Si queremos mantener la salud y la belleza debemos consumir todo lo que ayude a que nuestras células no se oxiden, el té verde es fuente de antioxidantes naturales que combaten los radicales libres y aportan energía, retardando así el envejecimiento. Ayuda al sistema digestivo. Es diurético, elimina las toxinas y depura el sistema urinario. Mejora el flujo de la circulación sanguínea. Fortalece y cuida el cabello desde las puntas hasta la raíz. Con tantos beneficios, ¿Quien no lo tomaría?
7. Aplícate Exfoliantes. Nuestro cuerpo tiene la capacidad natural de restaurar las células muertas por células nuevas. Pero, con los años o cuando pasamos por un periodo de debilidad, o estrés ésta renovación se hace lenta, y por eso la piel pierde su oxigenación natural, digamos que se va asfixiando por no poder eliminar del todo las células muertas, debido a eso, la piel comienza a lucir apagada, marchita, poco jovial y sin vida, porque no puede absorber humedad, y los nutrientes de las cremas o productos que nos aplicamos. Es muy importante retirar las células muertas completamente de la piel para mantenerla sana, visiblemente fresca, fina y con un color uniforme. Para esto es necesario exfoliarla al menos una vez por semana, o dependiendo de la necesidad que tenga la piel. La exfoliación es un complemento a la limpieza de la piel, tanto del rostro como del cuerpo, el cual consiste en dar un suave masaje con algún producto o herramienta que ayude a retirar dichas células para que nuevas salgan a reemplazarlas.
8. Alimentarse bien. Se ha dicho muchas veces y es un cliché trillado: "Lo exterior es el reflejo de lo interior", pero esto es la pura verdad, la buena salud de nuestro cuerpo depende de la alimentación. Así que, comamos balanceado, verduras, ensaladas, muchas frutas, proteínas en la medida, carbohidratos en la medida. No caigamos en los excesos, podemos matar un antojo alguna vez pero que no sea siempre. Cuando uno comienza a cambiar los malos hábitos alimenticios vamos cambiando de adentro hacia afuera, nos veremos bien y lo más importante nos sentiremos bien.
9. Haz ejercicios. Con el paso de los años los músculos van perdiendo colágeno y elasticidad, traduciéndose en flacidez. Lo que antes se mantenía por sí solo en su lugar ahora comienza a ceder. Uno cree que no le va a suceder nunca y lo ve allá lejísimo y cuando menos lo esperas, comienzas a verte flácida y a perder condiciones físicas como cansarse al subir escaleras o tras una larga caminata. No hay que esperar que el daño sea irreversible hay que cuidarse y hacer ejercicio digamos que regularmente para mantener nuestra figura y salud como queremos. No necesitas ir al gimnasio si es que no quieres, todo ésta en las ganas y en la actitud, crea una rutina sencilla que puedas hacer en casa, haz caminatas al aire libre y ejercicios de respiración. Te sentirás renovada y con una energía diferente.
10. Duerme bien. Respetar las horas de sueño nocturno es muy importante. Nuestro cuerpo necesita tener un buen descanso para reponer energías, revitalizarse y eliminar lo que tenga que eliminar. El no dormir o retrasar el sueño por estar viendo tv o en la computadora hasta altas horas de la madrugada, hace que en la mañana al despertar tengamos bolsas y ojeras bajo los ojos, el rostro demacrado y aún más el cuerpo agotado, cuando no dormimos bien o escasas horas, el cuerpo se despierta aún más cansado. Cuando alguien por cuestiones de trabajo -guardias nocturnas por ejemplo- por más que duerma todo el día, al despertarse no se siente descansado, porque es algo de la naturaleza de nuestro cuerpo, que durante las horas del sueño nocturno es que realiza sus procesos de reposición de energías y revitalizarse.
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Lyn.natura.tips@gmail.com
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