Rutina de fin de semana para reducir poros dilatados.
Hoy les traigo mí rutina con la que le hago la guerra a los poros abiertos. Ya les había comentado que mi cutis es mixto y éste tipo de cutis se caracteriza por presentar oleosidad en la zona T y mejillas formándose así los poros abiertos en ésta zona.
La piel tiene unas glándulas, llamadas glándulas sebaceas encargadas de producir sebo, es decir, grasa, esto para protejer la piel de agentes externos, evitar sequedad y mantener su elasticidad natural. Sin embargo una producción excesiva de esta grasa, una higiene inadecuada de la piel, hasta falta de exfoliación puede producir la dilatación de los poros y si se obstruyen, la grasa natural no puede salir a la superficie provocando esos horrendos puntos negros.
Pensando en eso les traigo unos tips fáciles y económicos para regular la oleosidad y para decirle adiós a los puntos negros.
Lo más importante es hacer diariamente una buena limpieza de cutis y con éste paso vamos a empezar.
Primero debemos usar un jabón que se adapte a nuestro tipo de piel, puede ser liquido, espuma, en barra, o el que usemos en nuestro rostro habitualmente. Yo recomiendo un jabón que sea neutro o de glicerina. Humedece el jabón y limpia tú rostro con la espuma, haz masajitos con la yema de los dedos haciendo énfasis en las zonas grasas del rostro, seguido enjuaga muy bien.
Luego seca tu rostro a toques con una pequeña toalla que debes destinar solo para eso.
Ahora haremos un baño de vapor, ponemos en una olla suficiente agua a hervir, cuando haya hervido la quitamos del fuego y teniendo cuidado de no quemarnos, vamos a recibir ese vapor que sale en el rostro, OJO debemos tener cuidado de no quemarnos, solo recibir el vapor a una distancia prudencial, al rededor de 5 o 10 minutos o lo que podamos tolerar.
Luego de ésto vamos a exfoliar.
Hoy les traigo mí rutina con la que le hago la guerra a los poros abiertos. Ya les había comentado que mi cutis es mixto y éste tipo de cutis se caracteriza por presentar oleosidad en la zona T y mejillas formándose así los poros abiertos en ésta zona.
La piel tiene unas glándulas, llamadas glándulas sebaceas encargadas de producir sebo, es decir, grasa, esto para protejer la piel de agentes externos, evitar sequedad y mantener su elasticidad natural. Sin embargo una producción excesiva de esta grasa, una higiene inadecuada de la piel, hasta falta de exfoliación puede producir la dilatación de los poros y si se obstruyen, la grasa natural no puede salir a la superficie provocando esos horrendos puntos negros.
Pensando en eso les traigo unos tips fáciles y económicos para regular la oleosidad y para decirle adiós a los puntos negros.
Lo más importante es hacer diariamente una buena limpieza de cutis y con éste paso vamos a empezar.
Primero debemos usar un jabón que se adapte a nuestro tipo de piel, puede ser liquido, espuma, en barra, o el que usemos en nuestro rostro habitualmente. Yo recomiendo un jabón que sea neutro o de glicerina. Humedece el jabón y limpia tú rostro con la espuma, haz masajitos con la yema de los dedos haciendo énfasis en las zonas grasas del rostro, seguido enjuaga muy bien.
Ahora haremos un baño de vapor, ponemos en una olla suficiente agua a hervir, cuando haya hervido la quitamos del fuego y teniendo cuidado de no quemarnos, vamos a recibir ese vapor que sale en el rostro, OJO debemos tener cuidado de no quemarnos, solo recibir el vapor a una distancia prudencial, al rededor de 5 o 10 minutos o lo que podamos tolerar.
Luego de ésto vamos a exfoliar.
Nuestra piel constantemente se renueva, reemplaza las células viejas por otras nuevas, nosotros debemos ayudar a remover esas células muertas con una exfoliación. Entra aquí para leer La importancia de exfoliar la piel
Mi exfoliante favorito es el de bicarbonato de sodio y aceite de coco, me encanta porque sus granitos son mas delicados, no maltratan tanto y van desapareciendo al ir masajeando. El bicarbonato de sodio para mí es uno de los secretos de belleza mejor guardados, entra aquí para leer más sobre El bicarbonato de sodio, retira a profundidad las células muertas y deja un brillo natural en la piel, aparte tiene un efecto neutralizante y controla el efecto de grasa.
Bien, lo colocamos en el rostro con movimientos circulares y suaves, hacemos incapie en esas áreas donde tenemos más poros dilatados que generalmente es en las mejillas cercano a la nariz, puntos negros y zona T que es donde se produce más grasa, si quieres aprovecha y exfolia también tus labios suavemente, luego retira muy bien con agua tibia.
Pasamos al siguiente paso que es una mascarilla y para esta necesitarás: Harina de avena o avena en hojuelas y un poquito de miel. La avena nos aporta suavidad y elasticidad, la miel es antibacterial y nos purifica la piel. Hidrata la avena con un poco de agua y mezclala con la miel, una vez lista coloca una fina capa en todo tu rostro y dejala actuar durante 20 minutos, retirala muy bien con agua fría para cerrar los poros.
Otra mascarilla para minimizar poros y que me encanta hacer es la mascarilla de gel de sábila con naranja. Solo toma una hoja de sábila, cortarla a la mitad y con una cuchara raspa para extraer el maravilloso gel o jugo del aloe ya que es lo más nutritivo del cristal, matiza, equilibra, tiene propiedades regenerativas y embelle la piel, toma media naranja y colocale un chorrito del jugo y mezclalo, la naranja rica en vitamina C, activa la producción de colágeno y sus ácidos ayudan a cerrar los poros. Aplicalo en el cutis, mas que todo en esas areas problematicas, dejalo actuar por 20 minutos, aprovecha ese momento para relajarte.
Para finalizar es importante que complementes con una buena hidratación del rostro, usa una crema humectante, aplicala con suaves masajes circulares, me gusta dar pequeños toquesitos con la yema de los dedos para estimular la absorción.
Y listo. Ésta es mí rutina de fin de semana específica para tratar los poros abiertos. De verdad luego de hacerla, verán que su piel queda increible, super lozana, elástica, los poros y puntos negros mejoran muchísimo, estoy segura que les va a encantar, deben realizarla cada semana intercalando las mascarillas, una semana la de avena y miel y la otra semana la de naranja.
Bien, lo colocamos en el rostro con movimientos circulares y suaves, hacemos incapie en esas áreas donde tenemos más poros dilatados que generalmente es en las mejillas cercano a la nariz, puntos negros y zona T que es donde se produce más grasa, si quieres aprovecha y exfolia también tus labios suavemente, luego retira muy bien con agua tibia.
Pasamos al siguiente paso que es una mascarilla y para esta necesitarás: Harina de avena o avena en hojuelas y un poquito de miel. La avena nos aporta suavidad y elasticidad, la miel es antibacterial y nos purifica la piel. Hidrata la avena con un poco de agua y mezclala con la miel, una vez lista coloca una fina capa en todo tu rostro y dejala actuar durante 20 minutos, retirala muy bien con agua fría para cerrar los poros.
Otra mascarilla para minimizar poros y que me encanta hacer es la mascarilla de gel de sábila con naranja. Solo toma una hoja de sábila, cortarla a la mitad y con una cuchara raspa para extraer el maravilloso gel o jugo del aloe ya que es lo más nutritivo del cristal, matiza, equilibra, tiene propiedades regenerativas y embelle la piel, toma media naranja y colocale un chorrito del jugo y mezclalo, la naranja rica en vitamina C, activa la producción de colágeno y sus ácidos ayudan a cerrar los poros. Aplicalo en el cutis, mas que todo en esas areas problematicas, dejalo actuar por 20 minutos, aprovecha ese momento para relajarte.
Para finalizar es importante que complementes con una buena hidratación del rostro, usa una crema humectante, aplicala con suaves masajes circulares, me gusta dar pequeños toquesitos con la yema de los dedos para estimular la absorción.
Y listo. Ésta es mí rutina de fin de semana específica para tratar los poros abiertos. De verdad luego de hacerla, verán que su piel queda increible, super lozana, elástica, los poros y puntos negros mejoran muchísimo, estoy segura que les va a encantar, deben realizarla cada semana intercalando las mascarillas, una semana la de avena y miel y la otra semana la de naranja.